
NACIMIENTO: 1891, Monóvar
DEFUNCIÓN: 1980
TÉCNICAS PICTÓRICAS: naïf
BIOGRAFÍA: trabaja en los oficios de jardinero primero y, más tarde, como marmolista rotulador de lápidas hasta su jubilación a los sesenta y siete años.
Como los célebres Bombois y Henry Rouseau (el aduanero), siente un natural deseo de pintar y lo hace por sus propias convicciones de una manera autodidacta, ingenua y sincera. Lleva a cabo su tarea con la ilusión y dignidad de un pintor dominguero que se emociona tiernamente de todo cuanto ve y le rodea.
Estamos ante un pintor que encuentra en la pintura una manera de imitar lo sublime, como el mismo autor dice: «por el amor que siento a esta divinidad de arte» y lo hace con la convicción de que la calidad de su trabajo está por encima de «birrias» como Picasso o Miró. Admira a Rivera, Murillo y Velázquez y está convencido de que su trabajo «tiene un valor superior a todo lo hecho de Goya a esta fecha» afirmando que su pintura es de carácter «clásico-científica». Con este tipo de inapelables afirmaciones se puede advertir la personalidad de un ser como Mallebrera que, a brazo partido, quiere demostrar que es un verdadero genio y que los demás están equivocados, existiendo una verdadera conspiración contra él y su pintura.
EXPOSICIONES MÁS SIGNIFICATIVAS En 1954 y 1956 participará en la III y V Exposición de Artistas Monoveros, al lado de artistas del «Grupo Palera», como José Amores, Luis Martínez, Francisco Peiró y Luis Vidal, entre otros. Asimismo en 1960 intervino en el «VIII Concurso Nacional y Provincial de Pintura» organizado por la Diputación Provincial de Alicante.
Su producción fue limitada e intermitente, ya que está realizada con lentitud, a su modo «clásico-científico», y en las horas libres que le dejaba su oficio de marmolista.
A menudo se enfadaba por la fama injustificada de determinados pintores, así como con los críticos y galeristas, y sufrió numerosos sinsabores. Solo más tarde, al final de su vida, a punto de abandonar su lucha, tendrá el reconocimiento a tanta auto-evidencia de su valía. Conoció por entonces al psiquiatra y escritor Juan Antonio Vallejo-Nájera, quien lo incluirá en su libro de «Naífs españoles contemporáneos». Asimismo, el pintor de vanguardia Juan Antonio Aguirre le invitará a exponer en la Galería Amadís de Madrid. Los desvelos y el proselitismo de su admirador Aguirre tienen su efecto y la exposición constituirá un sonado éxito de crítica y de ventas, alcanzando finalmente su pintura el reconocimiento que el artista tanto anhelaba. Pintores de vanguardia como Alcaín, Gerardo Rueda y Zóbel, entre otros, le adquirirían obras en dicha ocasión.
Más tarde, después de su muerte, su obra se divulgará en varias exposiciones. Importantes museos españoles como el Instituto Valenciano de Arte Moderno o el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, heredarán o asumirán algunas obras de su arte.
WEB: http://www.rafaelpoveda.com/mallebrerahig.htm