BIOGRAFÍA: En la obra de este artista que empieza a exponer a comienzos de la década de los noventa, y que por tanto es una obra de reciente realización, es evidente que hay unos ciertos potenciales comunicativos que son el vehículo que pone en relación la pintura con el espectador. Establece el diálogo necesario para que la obra de arte no sea algo mudo, estático, silencioso, parado.
Si su obra está enraizada en la historia y es indudable que lo está, es a partir de un intenso ejercicio de pensamiento y acción. El dibujo no solamente subyace en cada soporte, sino que emerge y cobra entidad y personalidad diferenciadora. Parece que el lápiz es puro arabesco que permite recibir sobre su línea, transparentes tonos que se rompen, que se quiebran, que se aristan a manera que la propia grafía angula, abomba, achata o, simplemente se pierde.
Su obra es, en esencia, la dinámica de lo real, la actitud reveladora de que el movimiento genera toda clase de signos y fórmulas, dibuja y retrata toda clase de elementos, rozando a veces el mundo de la abstracción o la despreocupación más formalista a valorar, más y mejor, el desarrollo de la pincelada estirada o envolvente.